Deportes El TAS falló en contra de la atleta sudafricana que produce mucha testosterona y deberá medicarse para competir como mujer La sudafricana Caster Semenya perdió la batalla legal con la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) y deberá reducir artificialmente sus niveles de esta hormona en sangre La atleta sudafricana Caster Semenya perdió su batalla legal con la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha fallado en contra de su reclamo, por lo que deberá controlar sus altos niveles de testosterona con medicación para competir en pruebas femeninas.
El organismo internacional desestimó el recurso de Semenya, doble campeona olímpica y triple mundial de 800 metros, quien ahora para poder seguir corriendo en pruebas femeninas deberá reducir artificialmente sus niveles de testosterona en sangre. De lo contrario, ella y otras mujeres con hiperandrogenismo tendrían que competir en la modalidad masculina.
La disputa se inició por la nuevas normas anunciadas hace un año por la IAAF para limitar el acceso de atletas como Semenya, de 28 años, a las pruebas femeninas de entre 400 y 1.500 metros. La entidad sostenía que estas normativas eran necesarias para reducir las ventajas físicas que presentan atletas como la sudafricana, ya que la testosterona, cuyos niveles son normalmente mayores en hombres que en mujeres, contribuye a mayor masa muscular y fuerza.
Semenya, apoyada por la federación de atletismo de su país y también por organizaciones feministas y de derechos humanos, argumentaba que las normativas eran discriminatorias, ya que sus altos niveles de testosterona le vienen de nacimiento y no se han debido a ningún tipo de práctica ilegal de dopaje.
La decisión de la TAS reconoce que esas regulaciones en efecto "son discriminatorias" pero subrayó que "esta discriminación es un medio necesario, razonable y proporcionado para cumplir el objetivo de la IAAF de preservar la integridad del atletismo femenino en los eventos restringidos". Las polémicas normas impedirán participar en pruebas de medio fondo a las atletas que no mantengan sus niveles de testosterona por debajo de los 5 nanomoles por litro de sangre durante al menos seis meses antes de competir.
Hasta la fecha, el umbral de tolerancia para los niveles de testosterona estaba en los 10 nanomoles y ahora se reduciría a la mitad porque, según estudios a los que alude la IAAF, una mayor proporción aumenta un 4,4 % la masa muscular, entre un 12 y un 26 % la fuerza y un 7,8 % la hemoglobina.
Al conocerse la sentencia, la IAAF anunció que las normas se comenzarán a aplicar a partir del 8 de mayo, por lo que para Semenya se complica su participación en los Mundiales de Doha (28 de septiembre-6 de octubre), aunque aún puede recurrir en el plazo de 30 días la decisión del TAS. La IAAF arguye que su nueva regla no cuestiona "la identidad sexual o de genero de las atletas con disfunciones en su desarrollo sexual", sino que pretende "asegurar una competencia justa", y argumenta que el tratamiento para rebajar la testosterona es un sencillo suplemento hormonal "similar a la píldora anticonceptiva".
La contienda entre Semenya y la IAAF comenzó hace una década, cuando la atleta sudafricana, que entonces empezaba a cosechar sus primeros éxitos internacionales, fue sometida a pruebas médicas para verificar su sexo por exigencias de la Federación Internacional de Atletismo. Esas pruebas, que coincidieron con el primer gran éxito internacional de Semenya, su oro en los Mundiales de Berlín 2009, apartaron durante varios meses a la atleta de las pistas.
Sin embargo, desde 2010 la atleta, que en 2017 se casó con su compañera Violet Raseboya, había podido seguir compitiendo con normalidad y éxitos en el circuito femenino. En la pasada temporada logró dos oros en los campeonatos africanos (400 y 800 metros) y otros dos (800 y 1.500) en los Juegos de la Commonwealth.
Fuente: Infobae.
Miércoles, 1 de mayo de 2019
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