San Lorenzo No jugó como un campeón  El Ciclón tenía la mesa servida, pero despreció el convite. Debía ganar para dar la vuelta olímpica y cayó en la trampa que le puso el Pincha: doble línea de cuatro que fue indescifrable. Ahora deberá aguardar dos semanas.
Está donde está, ahí en la punta y con dos puntos de ventaja sobre los tres que todavía pueden ser campeón en la fecha final, por mérito propio. Sin embargo, se privó de delirar en el Nuevo Gasómetro, por privaciones innegablemente propias. San Lorenzo vivió la gran oportunidad de terminar el primer día del mes en San Juan y Boedo, sólo hasta el pitazo inicial. Porque no ganó, ni siquiera hizo méritos para merecerlo y fundamentalmente porque en ningún momento jugó como lo supo hacer en varios pasajes del torneo que lo condujeron a ser uno de los conjuntos más elogiados del campeonato.
Estaba todo servido. La racha de resultados que lo revivieron una semana atrás, luego del empate agónico en Rafaela, se prolongó y uno tras otro caían a favor del Ciclón. Sólo había que ganar. Sin embargo, no encontró las coordenadas del camino por el que siempre transitó el equipo de Juan Antonio Pizzi. El doble cerrojo propuesto por Estudiantes lo incomodó tanto a San Lorenzo, que el detenimiento del juego para refrescarse fue un sacudón necesario para un equipo que, hasta el promedio del primer tiempo, ni había pisado el área visitante. El propio entrenador apuntó a sus individuales, que no ayudaban a desenmarañar el partido. Primero lo encaró a Ángel Correa, luego a Ignacio Piatti y por último habló con Leandro Romagnoli. La receta parecía encaminarse con la gran habilitación de Pipi a Angelito que desbarató Gerónimo Rulli. El renacer era posible, aunque la realidad le demostró que en la primera a fondo del rival, sacudió el travesaño y, si no era por Santiago Gentiletti, se iba al descanso en desventaja.
El ambiente ya no fue el mismo en el segundo tiempo. Es cierto que bajó el sol, aunque el nerviosismo, la temperatura y las imprecisiones se multiplicaron. Sobre todo porque el Ciclón tampoco encontró respuestas ni en el carácter de sus jugadores, ni en sus individuales. Tanto fue el desconcierto y la falta de ideas que el emblema del equipo, Romagnoli, salió a los 16 minutos visiblemente cansado, aunque también fastidiado con su escasa expresión. Los que entraron demostraron que las razones no estaban en el banco, ni a punto de despertarse. San Lorenzo jugó con su peor cara, en el momento que debió exponer sus mayores virtudes y recién sobre el final, con un hombre menos y después de haber sufrido varios sofocones, despertó su ilusión en los pies de su jugador desequilibrante Nacho Piatti.
Ni ello revirtió la imagen de un San Lorenzo que contó con todo lo externo para quedarse con la gloria y que no encontró nada de lo suyo para poder concretar el sueño. Es cierto que sigue intacto, aunque todavía más la incertidumbre, y no sólo por las regalías del resto, sino por las escasas respuestas de un equipo que desde que logró la punta no ganó, y que se retiró con la decepción por no haber liquidado la historia.
4 partidos sin anotar de los 18. Todos de local: tres de ellos 0-0.
3 victorias consecutivas acumulaba San Lorenzo de local.
COMENTARIO Juan Sebastián Verón: Manejó los tiempos del partido, no sólo de su equipo. Siempre con la cabeza fría para frenar la pelota y dársela a un compañero. Jugó y cortó buena parte de los avances rivales. Fútbol y entrega. LA FIGURA Juan Sebastián Verón: Manejó los tiempos del partido, no sólo de su equipo. Siempre con la cabeza fría para frenar la pelota y dársela a un compañero. Jugó y cortó buena parte de los avances rivales. Fútbol y entrega. VERÓN I “Jugamos aplomados, concentrados. Sabíamos lo que teníamos que hacer. Eso habla muy bien de nuestra predisposición pese a la tensión con que se jugó.” VERÓN II “Nos queda el sabor de que podíamos haber ganado. Lo que hicimos nos da la pauta de que se puede crecer y seguir mejorando. Tuvimos una prueba interesante.”
Lunes, 2 de diciembre de 2013
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